El colecho o cama familiar es algo muy común en países con menos recursos que el nuestro, y ya es decir. Y consiste en que los bebés y los niños pequeños duerman con sus padres, con uno de ellos o con los dos. Es algo muy común en muchos países del mundo, sin embargo en Europa todavía no es una práctica muy extendida, aunque en el siglo XIX casi toda Europa lo practicaba por el simple hecho de que solo existía una habitación en las casas. Hay muchos estudios sobre el tema, defensores como los partidarios de la «crianza con apego» y también hay quién lo condena. veamos cuales son sus ventajas y sus inconvenientes:
Lo que he sacado en claro de los detractores de esta práctica es que es totalmente desaconsejable dormir con bebés neonatos menores de 6 meses o con bebés a término menores de 3 meses. Aunque es aconsejable que duerman en la habitación de los padres. Sostienen que puden morir aplastados o asfixiados, y que hay un mayor riesgo de muerte súbita, aunque se ha comprobado que con padres sanos física y psicológicamente estos riesgos no son para tenerse en cuenta. De todas formas, para esos padres que tengan el miedo en el cuerpo existe una solución muy práctica, para los que quieran practicar el colecho y puedan hacerlo con total seguridad, están las cunas colecho.
En realidad este post no tiene mucho que ver con la temática que abordamos en este blog, sin embargo son muchas las madres, sobre todo de esta generación, preocupadas por esta cuestión. Preocupadas por la crianza de nuestros hijos, porque sean felices, por atender sus necesidades, por consolarlos si lloran. Tal es así, que el pediatra Carlos González, presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia materna, considera que eso de no acostumbrar a los niños a los brazos y dejarlos que duerman en una habitación a parte, es una costumbre reciente. Él defiende una crianza con apego que es aquella que atiende a las necesidades de tu bebé, donde prevalece que ellos se sientan bien y felices, y como más felices son es con el contacto de sus padres, sus caricias, sus arrumacos, sus consuelos. Además él tiene una postura muy práctica en esta cuestión del colecho, dice que meterlos en nuestra cama es una cuestión de comodidad a la hora de dormir y descansar toda la familia, que para otros especialistas no es tan importante. La mayor parte de los especialistas no tienen en cuenta a los padres, pues si el niño llora por las noches porque no quiere dormir solo somos nosotros los que debemos levantarnos a consolarlos, o dejarlos llorar y entonces es cuando asoma el remordimiento que puede durar más el llanto. Así no hay forma de descansar, yo creo que el colecho tiene en cuenta a la familia, lo mejor para todos, ¿qué puede pasar porque los niños duerman con sus padres o hermanos?¿ésto les va a generar algún trauma?, en mi humilde opinión para ellos es más traumático que no respondas a sus llamadas o que ignores sus llantos.
Los detractores del colecho advierten de los riesgos de éste y opinan que los bebés deben dormir solos para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante, yo me remito a las palabras del pediatra Carlos González en una entrevista realizada para el periódico La Vanguardía el 24 de Octubre de este mismo año:
«El pediatra Carlos González, sin embargo, considera que este riesgo de muerte súbita es “mínimo” o casi inexistente a no ser que los padres que meten a su bebé en la cama sean fumadores. González señala, que dormir en una habitación distinta a la de los padres durante los seis primeros meses de vida es “más peligroso” que hacerlo en la misma cama de los padres y que el riesgo de muerte súbita “aumenta por 10” si el niño duerme en otra estancia. Para este pediatra, el riesgo de aplastamiento no parece existir con padres sanos. González, que asegura que durmió con sus progenitores hasta los ocho años, se muestra favorable a que los progenitores elijan la forma de dormir de sus hijos y apunta que “esto de dormir los niños solos en su habitación” es algo “moderno”.»
También he leído algunas entrevistas del doctor Eduard Estivill, autor de «Duermete niño«, en donde le preguntan por los beneficios, ventajas e inconvenientes de que los niños duerman solos en su habitación, yo misma he leído parte del libro, esa parte en la que debemos enseñar a nuestros hijos a dormir solos si quieren como si no a base de dejarlos llorar durante períodos de tiempo que se van aumentando, a mi más que educar me parece torturar pero bueno cada uno tiene su opinión. Por eso me gusta más el método del doctor Carlos González, partidario del colecho selectivo lo llamaría yo, quien quiera que lo haga y quien no que no lo haga, que es lo más lógico y no que algunos expertos se escuden en datos científicos poco probados para hacernos sentir mal a los padres que creemos en el colecho, no es que sea beneficioso para la lactancia materna, lo que ocurre qu es más fácil y cómodo para la madre dar el pecho durante la noche si el niño duerme con ella. si atendemos a cuestiones puramente médicas el dormir con el bebé en la misma habitación disminuye el riesgo de muerte súbita al menos hasta los 6 meses, si quieres meterlo en tu cama es cosa tuya. Los bebés se despirtan varias veces por las noches, duerman con nosotros o en su habitación, lo que pasa es que es mucho más fácil volver a dormirles si están en nuestra cama, es cuestión de comodidad.
Carlos González es también autor de un libro llamado «Bésame mucho» donde podréis encontrar respuestas para muchas de las cuestiones que nos planteamos y que nos preocupan a los padres. A mi me hace mucha gracia la forma que tiene el pediatra de quitarle hierro y desmentir mitos de las cuestiones relativas a la crianza de nuestra prole. En otra entrevista afirmaba que no dejaría llorar a sus hijos igual que no dejaría llorar a su pareja o a un amigo, o cuando le preguntan si el colecho incentiva la dependencia y responde que él lleva 30 años durmiendo con su mujer y eso no significa que no sea independiente o autónomo. También habla de la relación de pareja o hasta qué edad deben dejar de dormir con los padres, y siempre lo que me gusta de él es su apelación al sentido común, si algo falla en la pareja dice no es justo echarle la culpa a los niños, y de la cama se irán en el momento que queramos, bien el niño, bien los padres o bien uno de los dos progenitores, la cosa es ceder, lo que es absurdo, esgrime este pediatra, que hagamos caso de los convencionalismos, de los abuelos, tíos, de un libro o cualquier cosa que nos haga sacrificarnos y no hacer lo que queremos.
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